Entre dos noticias, una buena y una mala, transcurrió un segundo día de infernales bloqueos en nuestra sufrida ciudad.
La mala es que los dueños de las llamadas organizaciones sociales (Sol Rojo, FPR, MULT, etc., y, obviamente el Cartel22 que los mueve como sus satélites) andan excitados buscando una buena tajada del llamado Fondo de Infraestructura Social del Estado (FISE). Según dicen, este año el gobierno federal le inyectará unos 900 millones de pesos, pero los distribuirá el gobierno estatal.
Su mira está en dos objetivos: la mejor rebanada del citado fondo y mostrar músculo para la gran rebatiña que significa la próxima campaña electoral con la idea de impresionar a los candidatos con su fuerza de movilización.
La buena es que, ante la decisión del presidente AMLO de no entregar más recursos a las llamadas organizaciones “sociales” sino directamente a las autoridades municipales para sus obras, sus seguidores están disminuyendo. Sin dinero suficiente no puede haber muchos acarreados y esto distensa una poco la agitación.
Otro dato positivo es que la SEP conjuntamente con el IEEPO está arrebatando los pretextos a los normalistas y a sus mayores del Cartel22, aunque a un costo mayor de dinero público. Aquí actúan con la lógica de que “en política lo que se compra con dinero sale barato”.
Las autoridades educativas, con tal de frenar los ímpetus de los vándalos que secuestran autobuses y agreden a los automovilistas y transeúntes, anunciaron ayer que para la contratación de las últimas cuatro generaciones gastarán mil 700 millones de pesos. Con tanto dinero los capos de la sección 22 disminuirán sus ímpetus de utilizar como carne de agitación política a los jóvenes normalistas. Todo indica que se aquietarán porque, presionaron de tal manera, que las autoridades educativas anunciaron que “la única forma de contratación es a través de la SEP, IEEPO y la representación sindical”.
CORRUPCIÓN
Corrupción y terrorismo identificaron ayer la movilización de los que se dicen normalistas. Aunque la SEP anunció la contratación de maestros sin mayor trámite, los vándalos recurrieron a la imbecilidad de quemar llantas provocando una contaminación brutal que respiraban ellos mismos en todo el trayecto de la marcha.
Su movilización arrastraba el tufo de la gran corrupción que mancha el movimiento normalista. Los viejos y mañosos capos del Cartel22, como el veterano Erangelio Mendoza, se aparecieron en la protesta como maestros de la gran corrupción.
Así como descubrieron que alumnas de la Normal de Tamazulapam cobran protección y derecho de piso a sus compañeras que, por alguna razón, no pueden estar en los actos vandálicos, señalan otras linduras.
Unos 300 jóvenes normalistas no tienen plaza de trabajo porque anteponen su inteligencia y sentido común. No aceptan someterse al indoctrinamiento magisterial y no secundan la violencia en las protestas de la Coordinadora Estudiantil Normalista (CENEO) que lidera Wilbert Santiago quien además es secretario de Prensa de la 22. Los muchachos que tuvieron el valor de disentir ante la tiranía con que los manipulan grotescamente, fueron excluidos del reparto de plazas.
Sorprende que en un movimiento magisterial que se autodenomina “democrático”, impongan líneas brutales de opresión y persecución. Los normalistas disidentes son perseguidos al grado de que les cierran, en complicidad con la SEP, toda posibilidad de concursar por alguna plaza. Así entienden la “democracia”.
EL SALTO DEL CHAPULÍN
Por más que expertos en temas educativos y los indicadores del propio gobierno prendan focos rojos sobre el grave deterioro de los índices de aprovechamiento en las escuelas públicas, la SEP solo quiere quedare bien con los normalistas. Consentir a estos estudiantes y a sus líderes sindicales, mantenerlos tranquilos, con plazas, dinero sin precisar responsabilidades y menos capacitación, es lo que les interesa.
Mantener a estas condiciones ventajosas a los maestros resulta hasta criminal. No reparan en que cuanto más deficiente sea la educación pública para los oaxaqueños que no pueden pagar educación privada más difícil será nuestro desarrollo.
Aberrante lo que ordena la SEP: “vamos a dar asesoría y acompañamiento los egresados de escuelas normales para que se integren al servicio educativo. El trámite no tendrá ningún costo ni intermediarios solo con el acompañamiento de su sindicato”.
Lo único que les piden es “no realizar protestas que afecten a la ciudadanía”
En los últimos 4 años se ha realizado la contratación de dos mil 577 egresados de las 11 escuelas normales públicas lo que ha costado mil 700 millones de pesos en la totalidad de las generaciones contratadas.
Alguien debería decir a los criminales que controlan el Cartel22 que los fanáticos usan la violencia para ejercer presión porque no son capaces de usar la inteligencia.