La idea de escribir estas notas, que coincide con un tema que he estado trabajando , fue reforzada por una nota periodística publicada en el diario español El País ((Domínguez, 2021): ¿Por qué somos la única especie humana del planeta?
La nota plantea un tema de fundamental interés: todos los géneros de animales contienen diversa especies incluso el género Homo al cual pertenecemos.
En efecto, las investigaciones en paleoantropología llevan a la conclusión que existieron varias especies de Homo, algunas mencionadas en el artículo citado, mismas que posteriormente se extinguieron sin que hasta ahora la ciencia pueda dar una explicación al respecto.
Homo sapiens, nuestra especie, es la única que actualmente existe y domina en el planeta tierra. La pregunta es ¿por qué?
Hay diferentes conjeturas que van (a) desde la hibridación gradual que «absorvió» a las otras especies, (b) la superioridad de la adaptabilidad de los sapiens y (c) el exterminio de las últimas especies Homo por los propios Sapiens Sapiens.
La primera hipótesis es muy controvertida porque contradice el principio genético de que del apareamiento entre especies no resultan sujetos fértiles. Ocupémonos de las otras.
En el artículo de referencia se ofrecen otras hipótesis que apoyan las conjeturas (b) y la (c) :
1. La hipersocialidad de los H. Sapiens Spiens.
2. La reproducción mas eficaz de dichas especie y
3. El carácter invasor de los Sapiens, que al requerir más alimentos exigen más territorio.
En lo que refiere a la hipersocialidad de H.Sapiens, existen animales mucho más eficientes y eficaces en su vida colectiva, como los llamados eusociales (hormigas, abejas, termitas, etc.) (Hölldobler & Wilson, O., 2014) que no requieren de ficciones como la «patria», mi «equipo», mi «generación», para construir super organismos, en otras palabras: super sociedades.
Es mas aceptable la hipótesis de la reproducción eficaz, ya que es muy probable que los H. Sapiens hayan acortado el tiempo de lactancia de sus bebés para permitir el embarazo mas frecuente de las hembras sin conflictos, ni tener que matar a las crías (Paul, 2005). Esta condición lleva a la siguiente.
Al crecer las colonias H.Sapiens, estos requerirían de más alimento y por tanto de mas territorio (Soler Cruz, 2009), independientemente del tamaño de su cerebro y el necesario consumo de energía. Esto último bien podría conducir a la necesidad de una mayor sociabilidad de H. Sapiens para afrontar las dificultades de obtener mas alimento, y mejores refugios que, afirmamos de paso, en algunas especies animales conllevan la transformación del medio ambiente con la construcción de nidos o refugios seguros y confortables.
En esta última hipótesis que pone en relación la llamada hipersocialidad de H. Sapiens con su necesidad de obtener más alimento y territorio, surge el problema de ¿Por qué Homo Sapiens Sapiens no está cien por ciento determinado por su constitución biológica como en el caso de los animales eusociales? Reformulemos el problema:
Si reconocemos que Homo sapiens no es eusocial, pero tampoco depredador solitario, tendría que ser un animal gregario cuya sociabilidad es limitada, pero cuyas necesidades de alimento y territorio son crecientes, entonces es posible imaginar que su sociabilidad tiene otra fuente que no sería natural sino la cultura.
Con lo anterior no se dice nada nuevo, solo circunscribe la aparición de la cultura como fuente de sociabilidad que otras especies Homo no lograron desarrollar.
Así la sociabilidad Homo sapiens sapiens tiene dos componentes: la biológica gregaria para la cual basta la reproducción sexual y la eventual cooperación para conseguir alimentos, y la cultural, que permite establecer reglas de convivencia colectiva y cuya condición es el aprendizaje de los individuos a partir de los ejemplos de los adultos, hipótesis que la sociología naturalista llama Homo Suadens (Castro Nogueira, Castro Nogueira, & Navarro, 2013)y que requiere de capacidades como la conceptualización y la clasificación moral de los actos.
El cuadro de la capacidad adaptativa de H. Sapiens queda así esbozado, pero plantea un problema muy importante: la variabilidad del grado de sociabilidad de H. Sapiens. Esta variabilidad, al no ser biológica, debería estar en función de la cultura, es decir, de aquello que supuestamente hizo a H. Sapiens hipersocial. La variabilidad puede oscilar entre más y menos sociabilidad,misma que va en decremento, como lo documenta la sociología del conflicto, en algunas regiones del planeta.
El asunto se complica si consideramos que el carácter invasor de H. Sapiens crece en función de su necesidad de alimento y territorio; pero que al mismo tiempo está condicionado por su hipersocialidad, cuya causa última es la cultura. Lo que lleva a la ya conocida afirmación de que nuestra civilización, producto de nuestra cultura, nos conduce al desastre ecológico.
Por otra parte, la naturaleza gregaria de nuestra sociabilidad entra necesariamente en contradicción con las instituciones que imponen nuestra hipersociabilidad, es decir, los instintos naturales gregarios se oponen a lo instituído por la cultura. Esto significa que nuestra llamada hipersocialidad está acotada tanto por nuestras pautas de comportamiento gregario como por los límites del entorno social muy invadido por nuestra especie.
Desde el marco de la sociología esto es muy importante, porque en vez de suponer una sociabilida dada e ilimitada del ser humano, a la luz de las nuevas evidencias paleoantropológicas, de la psicología evolutiva, la etología y la mas reciente sociología naturalista, tendríamos que reconstruirla teóricamente como una sociabilidad limitada entre lo gregario y lo eusocial y por una hipersocialidad también limitada por el equilibrio natural que permite la vida.
Por lo tanto, y de acuerdo con lo hasta ahora apuntado, si las ciencias sociales no encuentran solución para estos problemas, podemos afirmar que nuestra especie, la única que queda del género Homo, está en peligro de extinción, cuyas causas posibles se configuran a partir de las contradicciones de la sociabilidad humana.
Bibliografía citada.
Castro Nogueira, L., Castro Nogueira, M. A., & Navarro, J. M. (2013). Ciencias Sociales y Naturaleza Humana.Una invitación a otra sociología y sus aplicaciones prácticas. España: Editorial Tecnos.
Domínguez, N. (2021). Por qué somos la única especie humana del planeta. El País.
Hölldobler, B., & Wilson, E., O. (2014). El superorganismo.Belleza y elegancia de las asombrosas sociedades de insectos. Madrid, España: Katz Editores.
Paul, R. E. (2005). Las naturalezas humanas. Genes, culturas y la perspectiva humana. México: Fondo de Cultura Económica.
Soler Cruz, M. (2009). Adaptación del comportamiento : comprendiendo al animal humano. Madrid, España: Editorial Síntesis.