“Sabiamente dispusieron su vida, pues en estos tiempos
la adulación procura amigos y la verdad odio”
Terencio, Comedias (I), La Andriana, 65, p. 156

1).- Los oficiosos

La bancada oaxaqueña en el Senado, ha dado mucho de qué hablar. Los reflectores mediáticos se han enfocado en algunos; a otros, nada más no los pelan. Quien se ha perfilado como “el gran tribuno de la plebe”, es el ex gobernador Alejandro Murat. Medios y redes sociales lo han hecho talco. Sus peroratas en tribuna han sido contradictorias y convenencieras. Cuando se cocinaba la sobada Reforma Judicial dijo: “Nunca más jueces que se manejen solos”. ¿Y dónde queda la división de poderes? ¿Y dónde la autonomía judicial? Ni siquiera leyó el dictamen, pero en comisiones desplegó un atropellado discurso para validar la supremacía constitucional.

En torno a la incorporación de la Guardia Nacional a SEDENA, el ex gobernador priista echó de su ronco pecho: “Complementemos la disciplina militar con la formación policial”. Ergo: Militares devenidos jenízaros o viceversa. Fuerzas castrenses degradadas más. Verde olivo despintado. Hacen de todo, menos lo que la Constitución dispone. Otra más de Murat: “Cuando los tiempos cambian, hay que cambiar con ellos”. Hay que ir como veleta pues, sin rumbo, sin ideología, sin principios. Como un paria de la política y del partido.

2).- Los anodinos

Como un anodino se ha perfilado el ex presidente municipal de San Blas Atempa, Antonino Morales Toledo. El de la infalible gorrita beisbolera. Hace circo, maroma y teatro para hacerse notar. Levanta la mano o muestra cartulinas mal redactadas en zapoteco. Uso éste en la mesa para discutir la nominación de la titular de la CNDH. Nino carece de carisma, de discurso, de formación política. Es decir, aún está muy silvestre. Bastarían más de seis años para que se refine.

El 1 de diciembre de 2018, justo cuando López Obrador asumía la presidencia de México y de que Salomón Jara ocupara el escaño en el Senado, el blaseño creó un membrete: el Frente Único de Comunidades Oaxaqueñas (FUCO). Hay quienes dicen que debió llamarse FUHU (Frente Unido por el Huachicol). El calificativo lo arrastra desde hace una década. En 2020 el SAT aseguró sus cuentas y las del municipio. Como anillo al dedo le cayó la comisión del Corredor Interoceánico del Istmo de Tehuantepec (CIIT). Conoce la zona como la palma de su mano. Sobre todo, por dónde pasan los ductos de PEMEX.

A quien le quedó demasiado grande el saco fue al ex panista, ex morenista y hoy verde-ecologista, Luis Alfonso Silva Romo. Luego de su fracaso en alcanzar la nominación de Morena para la presidencia municipal de Oaxaca de Juárez, para lo que se publicitó como baile de banda norteña, cuajó el sitio plurinominal por el PVEM, de la mano de su manejador Noé Jara. Subió como la espuma, no obstante, su papel gris y de confrontación al frente de la Junta de Coordinación Política de la LXV Legislatura local. Hoy en el Senado exhibe su inanidad. Uno más del montón.

3).- Sin pena ni gloria

Ninguna trayectoria destacada tiene en la Cámara Alta, pese a su reciclaje, la senadora Susana Harp. Se dice que declinó la invitación para integrarse al gabinete de Claudia Sheinbaum, pues pretende catapultarse desde el Senado a la gubernatura en 2028. Ya la siente en la bolsa. Su correligionaria, hoy en la bancada del PVEM, Laura Estrada Mauro, tampoco ha mostrado capacidad para articular un discurso congruente, como la deplorable defensa del papel de la mujer –sobre todo indígena- en la política.

Sin comentarios el papel gris de la también senadora Luisa Cortés García. Sólo le falta llevar a la sede del Senado su tenate de tlayudas y su jarro de atole. Sin formación académica ni, mucho menos, ideas respecto al quehacer parlamentario, deambula por los pasillos sin poder articular alguna propuesta, salvo levantar la mano y hacerles el caldo gordo a los expertos en mañas de sus correligionarios. Inédito, tenemos seis senadores (as). ¡Ah, pero al menos cinco de esta sexteta de anodinos (as), si oficio y acomodaticios (as), sueñan con la gubernatura!

BREVES DE LA GRILLA LOCAL:

--- Hay talentos oaxaqueños cuyo trabajo ha sido valorado en otros entornos, sin que aquí las autoridades se den por enteradas. Pero hay otros casos que sólo han generado polémica y debate. Es el caso del Premio Estatal de Investigación en Salud, 2024, que el pasado 25 de octubre fue entregado por autoridades de los SSO a la química bióloga Suilma Ivette Pérez Pineda. Según reconocidos investigadores, contrario a lo que esgrimió el comité de premiación, el trabajo de la citada profesionista carece de rigor científico y originalidad.

De la investigación premiada –afirman- no se encuentran evidencias sobre el impacto de la misma, además de que existe una total desvinculación con el entorno universitario –la UABJO-, poca calidad en publicaciones en revistas especializadas y ni siquiera membresía en el Sistema Nacional de Investigadores (SNI) del CONAHCYT. Exigen mayor rigor en la calificación para el otorgamiento de dicho premio.

--- A diferencia de algunos (as) de sus colegas que transitan a la siguiente legislatura o pasaron por la anterior sin pena ni gloria, la diputada Gabriela Pérez López, hoy en el PVEM –antes en el PRI- difundió su III Informe de actividades legislativas. Destacan 52 iniciativas, 40 de ellas aprobadas, con prioridad en temas sociales: defensa de los derechos de niños y niñas, además de la comunidad LGBTTTQ+; fomentar un Oaxaca de oportunidades; seguridad y protección del medio ambiente, entre otras. ¡Enhorabuena!

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